Aragón es una tierra de contrastes. Por el Bajo Cinca/Baix Cinca se deslizan suavemente las aguas generosas de ríos como el Alcanadre, el padre Ebro y el propio Cinca que entrega sus aguas al Segre antes de amansarse en la gran lámina azul del embalse de Mequinenza.
A su paso, estos bellos cursos fluviales se visten de sotos donde habitan garzas, cormoranes, oropéndolas y milanos. Pero también en esta comarca tenemos estepas, valiosos secanos como los barrancos de la Valcuerna y Liberola, los llanos de Cardiel y las Menorías o lagunas endorreicas estacionales únicas como el Basal de Ballobar y el Balsalet de Don Juan, donde aparecen especies de fauna y flora muy raras en el resto de Europa.