La diversidad biológica es la base de la vida y de los servicios esenciales que proporcionan los ecosistemas.
Es, por lo tanto, el fundamento de los medios de vida y del desarrollo sostenible de la población en todos los campos de actividad, incluidos sectores económicos como la agricultura, la silvicultura, la pesca y el turismo, entre otros.
Parando la pérdida de diversidad biológica, invertimos en las personas, sus vidas y su bienestar.